Hoy, 8 de marzo, se celebra el “Día de la Mujer Trabajadora” para visibilizar los problemas que seguimos arrastrando las mujeres desde hace décadas: la conciliación, la pobreza, la brecha salarial, el escaso reconocimiento de nuestro trabajo, la presión social al género femenino, etc, etc, etc… El día 9 aún queda un poco de eco de todos esos gritos que se lanzan al aire por la libertad y los derechos de las mujeres, pero el día 10 ya se apagan las ganas y se empequeñece la visibilización.
No solo el 8 de marzo es un “día de…” Tenemos el Día de la Mujer en la Ciencia, donde a la mujer se le reconocen sus méritos en este campo durante 24 horas, quizá 30, pero no muchas más. El Día de la Niña, donde el eco de todas las pequeñas tiene un corto recorrido. El 25 de Noviembre, Día contra la Violencia de Género… este día tiene nula repercusión.
Salimos año tras año a la calle a gritar que nos están matando, y cuando se apagan los gritos volvemos a casa sabiendo que lo seguirán haciendo, que el terrorismo machista seguirá arrasando y marcando nuestras vidas, y que las desigualdades estructurales continuarán oprimiendo a las víctimas directas e indirectas de este terrorismo. Es necesario extender el grito de las organizaciones de mujeres que han lanzado el lema universal “¡Ni una más ni una menos!”.
Por desgracia, parece ser que las mujeres y sus derechos se están quedando en el “día de…”, cuando se habla mucho, se debate una y otra vez la igualdad. Cuando surgen las reinvicaciones por doquier durante unos pocos días de marzo. Pero la dura realidad es que el día a día de la mujer de a pie continúa siendo muy crudo. Cada día se recorta un poco más su derecho a una vida digna e igualitaria.
Démonos cuenta de una vez que el techo de cristal se está convirtiendo en un muro de hormigón. La profesiones típicas femeninas de escasa cualificacion están llevando a muchas trabajadoras a una vida de esclavitud (limpiadoras, empleadas del hogar, auxiliares de ayuda a domicilio, trabajadoras en hoteles, etc). En este aspecto, les recomiendo que echen un vistazo a las Kellys y verán al grado que se está llegando con la llamada “externalización”. Estas mujeres nos están marcando el camino a seguir.
Los derechos laborales de las mujeres siguen esperando a que luchemos por ellos. Lo mismo que ocurrió con la lucha por la vida de las mujeres, que no se tomaron medidas hasta que no comenzamos a organizarnos. No podemos quedarnos sólo en el “Día de…”
¡Feliz día, feliz mes, feliz año, feliz siglo… mujeres trabajadoras y libres!
