Madres solteras y cárcel. Situación penitenciaria de la mujer en España

chica presaArtículo de Caléndula http://www.yosoymadresoltera.com

El 8% de la población penitenciaria española es mujer, y de éste, un 85% son madres.

España es el país de la Unión Europea con un índice mayor de población reclusa, tanto masculina como femenina. Los países europeos tienen un promedio de población reclusa femenina entre el 4% y el 6%, excepto Portugal, que supera a la española con una tasa de casi el 10%.

La población reclusa femenina, aunque represente una parte muy minoritaria, ha aumentado alarmantemente en los últimos años. Uno de los factores que explicarían este incremento se halla en la escasez de servicios sociales para prevenir la delincuencia y para reinsertar dichas personas en la sociedad, en especial los colectivos más vulnerables, como son los de las mujeres con cargas familiares.

El incremento de los delitos contra la salud pública (consumo y tráfico de estupefacientes) es el causante del aumento de la población reclusa femenina.

La sustitución de la privación de libertad por medidas alternativas (multa, arresto de fin de semana y otras penas restrictivas) evitaría que los hijos de mujeres presas sufrieran también prisión. Evidentemente, la sufren, lo mismo si viven con sus madres en los recintos carcelarios, como si están privados de su madre a causa de la reclusión de ésta en un centro penitenciario. Además, un porcentaje bajísimo de mujeres son condenadas por cometer delitos contra las personas o contra la libertad sexual, y la mayoría no son reincidentes. Ante esta realidad, los jueces deberían inclinarse por aplicar medidas alternativas a la cárcel pura y dura, cosa que redundaría en el bien de sus hijos.

Las madres solteras o solas y sus hijos son las grandes víctimas del sistema penitenciario actual. En general, la madre que carece de pareja carece también de apoyo, unas veces por la mala situación económica de su familia, otras veces por haber sido obligada a abandonar la casa cuando quedó embarazada. Los hijos que ya no tienen edad para convivir con su madre en el centro quedan a merced de familiares o de instituciones públicas.

El artículo continúa haciendo un estudio de la situación de la mujer en las cárceles españolas. Puedes leer más en el artículo original

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