Ayer se celebró el día de “las familias”, así en plural, es decir de todas las familias: papá y mamá, papá y papá, mamá y mamá, papá solo, mamá sola, extensas, reconstituidas… sin tener en cuenta el número de hijos, da igual que sean uno o cinco, o al menos eso entendíamos nosotras.
Pero han llegado los años de las vacas flacas y se han caído del cartel el 64% de las monoparentales, que están compuestas por una mujer soltera con un sólo descendiente.
Como regalo de este día hemos vuelto a comprobar que para los legisladores españoles simplemente no existen. El BOE publica la Ley 1/2013, del 14 de mayo sobre protección de deudores hipotecarios, en la que la única familia monoparental contemplada es la de dos descendientes.
Esta invisibilización esta en todos los restos del estado de bienestar social:
- Plan Integral de Vivienda y Suelo.
- Han desaparecido de los baremos de acceso a los colegios, guarderías, comedores etc. de la mayoría de las Comunidades autónomas.
- Los programas de Conciliación como Centros Abiertos, Madrugadores etc.
- Ley de Renta Básica de Emancipación.
Pero no son sólo invisibles para los legisladores, para la defensora del pueblo también, puesto que no sabemos qué pasa con nuestras quejas, desde luego de urgencia no las considera.
En los medios de comunicación tampoco ha habido una visibilización seria, se mira su lado morboso y los aspectos de exclusión social.
Esto lo están pagando hoy madres solteras que jamás pensaron que llegarían a esta situación de pobreza, que perderían su trabajo, expulsadas de sus casas y no tendrían ni siquierala consideración de familia vulnerable.
Nunca pensamos que Isadora Duncan volviera a hacer esta pregunta: ¿Qué es una mujer soltera con su retoño? ¿una unidad familiar? Parece ser que no, ¿una familia? Tampoco, pues eso, ¿qué somos?.