Noticia de Anna Lladó publicada en ADN.es
"Preferí estar sola que mal acompañada". Mónica Navarro, catalana de 37 años, decidió romper con su pareja hace tres años y medio y asumir en solitario la maternidad. Ella forma parte de una de las 421.400 familias monoparentales que hay en España, según datos de la Encuesta de Población Activa de 2007.
"Fue una decisión muy dura. Pero soy luchadora y sabía que yo y mi hija saldríamos adelante", confiesa Navarro, madre de Andrea, de cuatro años. Para conseguirlo debe hacer malabares con los horarios laborales, pedir ayuda a su madre y apretarse, bastante, el cinturón.
Las dificultades para conciliar trabajo y vida familiar, y la falta de ayudas son los principales problemas que deben afrontar las madres y los padres que se ocupan de sus hijos en solitario. "Somos las familias invisibles, las grandes olvidadas. Tenemos dificultades para acceder a prestaciones porque no se nos considera familia", lamenta María García, presidenta de la Fundación de Familias Monoparentales Isadora Duncan.
La única ayuda extra que reciben son 1.000 euros más -igual que las numerosasal nacer o adoptar al bebé. "No hay que olvidar que la mayoría de familias monoparentales las lidera una mujer, que cobran menos por igual trabajo, y que acceder a una vivienda es cada vez más complicado", añade Sònia Bardají, presidenta de la Asociación de Familias Monoparentales de Cataluña.
Teresa Jimeno, leonesa de 34 años, es consciente de todas estas dificultades; aún así ha decidido ser madre en solitario.
Tras quedarse embarazada, una decisión muy meditada con su compañero, él se desentendió del bebé, que nacerá este verano. "Ahora estoy sola y los miedos se duplican.No sé si sabré atenderle, si mi sueldo alcanzará… Lo que sí sé es que al final yo y mi hijo saldremos ganando. Él no tiene la culpa de la reacción inmadura de su padre", sentencia Jimeno.
Una situación parecida vivió Presentación Andrés hace más de tres décadas. Madre en solitario "por decisión" de dos chicas, de 33 y 17 años, asegura que formar una familia monoparental "sigue siendo un estigma. Hay que ser madre soltera para saber lo que es". Muchas dificultades, pero ¿alguna ventaja? "La satisfacción de saber que puedes tirar adelante una familia en solitario. Y la relación tan íntima que se crea con tu hijo", apunta Bardají, madre de trillizas de siete años.
Los expertos insisten en este punto: en la mayoría de casos, en estas familias, los hijos son el centro de atención. Y concluyen que no existen diferencias en los resultados académicos de los niños que conviven con uno de sus progenitores o con los dos.
Una definición que engloba múltiples realidades sociales
Son personas, mayoritariamente mujeres, solteras, separadas, divorciadas, viudas… que se ocupan en solitario de su hijo, y que pueden recibir o no una ayuda económica del otro progenitor. Es la definición de familia monoparental, un término complejo que abarca muchas realidades y que cada día está más en auge.
A pesar de este aumento, en España el número de familias monoparentales "es mucho menor que el que registran nuestros vecinos europeos", explica Luis Manuel Ayuso Sánchez, sociólogo e investigador de la Universidad Autónoma de Madrid. Suecia e Inglaterra son los países en que hay un mayor número de este tipo de familias.
Las transformaciones en los modelos de familia que ha vivido España en los últimos 30 años responden a distintas causas: "El hecho de que la mujer trabaje fuera de casa y tenga poder de decisión; los nuevos valores individualistas, que dan una visión más autónoma e independiente de la familia; la democratización del divorcio; o que las cuestiones familiares ahora sean sólo privadas", dice Ayuso Sánchez.
Reconocimiento
Los expertos señalan que considerar a las monoparentales como unidad familiar supondría eliminar las desventajas que deben afrontar. Lo advierte Bardají: "Si tenemos el pleno reconocimiento podremos exigir algunas cosas, como más flexibilidad laboral, la gratuidad de los productos de necesidad básica o de las escuelas".
