Fuentes: El País & La Voz de Galicia
Trabajan limpiando, cocinando, y cuidando niños y personas mayores. En Galicia hay casi 50.000 trabajadoras del hogar, pero sólo 18.491 tienen seguridad social. Sus condiciones laborales exigen ser reguladas, pero ni siquiera el hecho de que exista una coordinadora estatal ha conseguido ningún avance en los últimos años. No tienen prestación de desempleo, contrato, horario cerrado, seguridad social, inspecciones de trabajo ni reconocimiento de las enfermedades que afectan al sector.
Su profesión es una de las más denostadas y menos reconocidas. No se sabe cuántas trabajadoras son empleadas de hogar, pero se calcula que en España 700.000 familias tienen ayuda extra en casa. Esta economía, regulada en menos del 30% de los casos, es una de las más sumergidas. La gran mayoría trabaja sin contrato, y cuando lo tienen, han de correr con parte del gasto de seguridad social. Se trata de 125 euros que paga la familia en el caso de que sólo trabajen en una casa. Pero pocas atienden sólo una casa. Ganan no más de 10 euros la hora, y muchas sólo 5 euros; y trabajan una media de 20 horas semanales. Para ayudarles a alzar la voz existen colectivos y asociaciones como la gallega Xiara, que trabaja por concienciar a las trabajadoras domésticas de que han de luchar "por cambiar, han de ver que su trabajo no está valorado, pero que tienen que sentirse apoyadas".
Desde Xiara se establecen ocho reivindicaciones claves, que permitirían mejorar las condiciones laborales. Entre ellas están el derecho a la prestación por desempleo; contrato escrito; eliminación de las horas de libre disposición por parte del empleador; obligación de alta en la seguridad social; cobrar desde los tres primeros días de la baja y no a partir de los 28 días, como ocurre en la actualidad; control por medio de inspecciones de trabajo; reconocimiento de las enfermedades laborales, y formación y profesionalización.