En nuestro pequeño manifiesto, no queremos destacar nuestras penurias, ni las soluciones para ellas. Sabemos que nuestro escrito no llegará a muchas personas, pero sí lo leerán madres como nosotras.
Hacemos un llamamiento a la sororidad y resiliencia entre mujeres, y especialmente lo dirigimos a las madres.
Nosotras vemos necesario empezar a tejer alianzas de madres, independientemente de su estado civil, estatus económico, clase social, área geográfica, etc.
Ejemplos en países vecinos como Inglaterra, nos dicen qué caminos podemos recorrer:
La Alianza de Madres de Inglaterra, junto con otras organizaciones y políticas de diferentes ideologías, han conseguido que en abril entre en vigor una ley que beneficia a todas las mujeres que den a luz, que son unas 600.000 al año. Se someterán a una evaluación de su salud física y mental, con profesionales de la medicina o de la enfermería especializada, una evaluación diferenciada de la de su bebé. Se espera que esto conduzca a una mejor identificación de los problemas de salud que puedan surgir del embarazo y el parto, como depresión posnatal, trastorno de estrés postraumático…, y a un tratamiento más rápido. Se visibilizaría a las madres de todas las edades (desde la adolescencia en adelante) y los problemas de conciliación que tenemos.
