Un abogado y cinco madres solteras

Fernando Manzano RuizEn memoria de Fernando Ruiz Manzano, abogado.

La semana pasada te dimos el ultimo adiós en La Bañeza. Tú fuiste una pieza clave en la fundación de la Asociación de Madres Solteras Isadora Duncan. Eras un recién licenciado en Derecho y yo quería hacer una asociación de madres solteras, un día tomando café me dijiste: “te voy a ayudar a crear esa asociación”. Y así pasamos a ser tres: Julián Navarro, de Radio León, tu y yo.

En noviembre de 1983 comenzamos nuestra campaña para captar madres solteras. Julián desde la radio, tú entre la gente conocida, compañeros, etc. y yo hacía mis pinitos de difusora en entrevistas en la radio y algo en la prensa escrita, pero sobre todo en el barrio y en mi puesto de trabajo (como dependienta de una tienda de ropa). En tu despacho nos reuníamos con las madres solteras que se interesaban, les explicabas qué tramites legales lleva la creación de una asociación, los estatutos, las ventajas que tendríamos para exigir justicia social, respeto por nuestra decisión de ser madres solteras y no ser agredidas por ello…

Nuestro lema era y es “Ser madre no es una vergüenza, es un derecho, no te dejes marginar“. En marzo de 1984, en tu despacho, se levantaba el acta fundacional de Isadora Duncan. Eramos cinco madres solteras y un abogado (como diría años más tarde un político en la prensa). Fuiste un activista de nuestra causa. Por aquel entonces causaba extrañeza que, por su imagen de incultura, unas madres solteras hiciéramos una asociación reclamando su derecho a serlo, y que para más inri, fuera un hombre quien nos ayudara. ¿Te acuerdas de las chanzas, guasas y bromas de tus compañeros y compañeras de profesión? ¿O aquella otra vez que fuiste a la Delegación del Ministerio de Cultura a preguntar por el recién creado Instituto de la Mujer? ¿La cara del funcionario cuando le explicabas que eras abogado y voluntario de una asociación de madres solteras?

En octubre de 1987, la Asociación se hace cargo de la gestión y puesta en marcha del primer Centro de Información y Asesoramiento de la Mujer de la Junta de Castilla y León, siendo tú su primer asesor jurídico. Lo hiciste como voluntario, ya que no recibiste retribución económica por tu trabajo, sólo gastos de trasporte de La Bañeza a León. Pero no sólo asesoraste, si no que defendiste en los tribunales algunos casos sin cobrar nada por ello. Era tan dura la situación de las mujeres que acudían al centro, que empezó a afectarte emocionalmente y tuviste que dejarlo.

En el centro, por ser hombre, no enconstraste precisamente colaboración, sino más bien incomprensión. Eras un hombre bueno que creía en la igualdad de los hombres y las mujeres, aunque no lo dijeras mucho, ni presumieras de haber impulsado un colectivo feminista de y para madres solteras.

Fuiste uno de los primeros hombres de este país en integrarte en un equipo profesional de ayuda, sobre todo a las víctimas de violencia machista. Tú tratabas, respetabas y valorabas a las mujeres, lo mismo que a los de tu género.

Estés donde estés,  mi agradecimiento por acompañarnos en aquellos años sombríos y oscuros para nosotras. De Isadora Duncan siéntete orgulloso: aquel granito de arena que pusimos hace treinta años mira como sigue su camino pasito a pasito.

María García (Presidenta de la FFM Isadora Duncan)

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